Todo lo que empieza tiene un final...
Este blog, el primero de mi autoría, fue pensado y diseñado para evocar el aspecto, digamos comercial, de una Guatemala que ya se fue y, como van las cosas, difícilmente volverá; pero en la mente y en los corazones de quienes vivimos esas doradas épocas su recuerdo vivirá hasta el último día de nuestra existencia.
Aunque el blog en principio fue concebido como una especie de foro, no funcionó, sin embargo, si en algo contribuyó a despertar el recuerdo y la nostalgia en quienes amablemente lo visitaron, entonces puedo decir ¡MISION CUMPLIDA!
A pesar de que el blog se circunscribió a Guatemala, sé que muchos de quienes lo visitaron y que pertenecen a otras nacionalidades no notaron la diferencia con sus respectivos países. Con excepción de las marcas comerciales propias de cada país, por lo demás todo era igual, particularmente en América Latina y, por qué no decirlo, España, nuestra Madre Patria.
Nosotros, hermanos latinoamericanos, crecimos y vivimos una vida similar, sólo fuimos separados por la distancia y las fronteras, pero no importa si nuestros sueños tenían acento chapín, mexicano, salvadoreño, hondureño, nicaragüense, costarricense, panameño, castellano o sudamericano, no importa si crecimos en el Caribe o, finalmente, decidimos encausar nuestro rumbo en los USA, Canadá , Europa o el resto del mundo; nosotros, hermanos latinoamericanos... somos iguales.
Para despedirme, quiero dejar plasmado en este post las tristes palabras del poeta argentino Rafael Amor:
NO ME LLAMES EXTRANJERO
No me llames extranjero, porque haya nacido lejos
o porque tenga otro nombre, la tierra de donde vengo.
No me llames extranjero, porque fue distinto el seno
o porque acuñó mi infancia, otro idioma de los cuentos.
No me llames extranjero, si del amor de una madre
tuvimos la misma luz, en el canto y en el beso
con que nos sueñan iguales, las madres contra su pecho.
No me llames extranjero, ni pienses de dónde vengo
mejor saber dónde vamos, a dónde nos lleva el tiempo.
No me llames extranjero, porque tu pan y tu fuego
calman mi hambre y mi frío, y me cobija tu techo.
No me llames extranjero, tu trigo es como mi trigo
tu mano como la mía, tu fuego como mi fuego
y el hambre no avisa nunca, vive cambiando de dueño.
Y me llamas extranjero porque me trajo un camino,
porque nací en otro pueblo, porque conocí otros mares
y un día zarpé de otro puerto,
si siempre quedan iguales en el adiós los pañuelos
y las pupilas borrosas de los que dejamos lejos
los amigos que nos nombran,
y son iguales los rezos
y el amor de la que sueña con el día del regreso:
¡No!
No me llames extranjero,
traemos el mismo grito
el mismo cansancio viejo que viene arrastrando el
hombre desde el fondo de los tiempos,
cuando no existían fronteras, antes que vinieran ellos,
los que dividen y matan
los que roban, los que mienten
los que venden nuestros sueños.
Ellos son los que inventaron esta palabra: Extranjero.
No me llames extranjero, que es una palabra triste,
es una palabra helada, huele a olvido y a destierro.
No me llames extranjero, mira tu niño y el mío
como corren de la mano, hasta el final del sendero.
No los llames extranjeros, ellos no saben de idiomas
de limites ni banderas, míralos se van al cielo
con una risa paloma, que los reúne en el vuelo.
No me llames extranjero, piensa en tu hermano y el mío
el cuerpo lleno de balas, besando de muerte el suelo,
ellos no eran extranjeros, se conocían de siempre
por la libertad eterna, igual de libres murieron.
No me llames extranjero, mírame bien a los ojos
mucho mas allá del odio, del egoísmo y el miedo
y verás que soy un hombre:
No puedo ser extranjero
No me llames extranjero.
Y, retomando el camino, les presentó esta vez una recopilación de las organizaciones, tanto estatales, privadas como internacionales que, en su día, se desarrollaron en esa Guatemala de antaño y como corolario menciono dos servicios muy importantes para cualquier país: las lavanderías y las funerarias.
Como siempre debo hacer la aclaración de que no están todas las que son... y no son todas las que están.
¡MUCHAS GRACIAS!
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